Entre nosotros siempre hubo una línea.
Paralela, contra paralela.
De un lado tus ojos mirando fijo,
del otro los míos contemplando
tu contorno único azulado.
El mió a tu merced sin preguntas,
No te digo nada,
no se debe arruinar nuestro silencio
que ya parece ser cotidiano,
extrañando las sonrisas
y la comisura de tus labios.
Gestos serios. Tuyos.
Míos por breves lapsos.
Entre nosotros siempre hubo una línea
una vez la traspasamos y no nos arrepentimos
Las sabanas gritaron agudamente
la almohada sollozo…
La línea invisible que no pretendimos ver,
en aquel lugar, sobre el piso de madera
junto con nuestra ropa,
la tuya marrón
La mía negra.
La lujuria perfecta
de mi cintura en tus manos.
Jugando con fuego
al comienzo de la madrugada.
Entre nosotros siempre hubo una línea,
Paralela contra paralela.
Enfrente a nuestros ojos,
la traspasamos algunas veces
y me atrevo a decir que fue
un estremecimiento inesperado
sublime por donde se lo mire.
Y no me fastidia querer volver a traspasarla,
olvidar esa línea paralela,
jugar al destino incierto, final, cierto,
Y por supuesto no arruinar el silencio.
Camiluch. 2009
Muy sensual! Me encantó!
Me alegro sr
Muy bueno!
Muchas gracias Ale.
Es increible como se parecen nuestras historias, o al menos así parece…
Hermoso, simplemente excelente tu escritura!
Besos